Y pasa el tiempo y te das cuenta, que quien está a tu lado se ha convertido en ese compañero de vida que tanto veías en tus sueños. Un compañero de vida que ha llegado desde tiempos atrás y te ha buscado en está vida una vez más ,para compartir no solo una cama, una cena, una cita , un viaje o un fin de semana, sino la vida entera.
De pronto te encuentras justo donde siempre quisiste y a tu lado se encuentra esa persona que sabe lo que quiere, que no le tiene miedo a enamorarse ni al compromiso. Aquella persona que te platica de cualquier cosa. Alguien que no huye de los problemas, sino que busca junto a ti encontrar la solución de cada obstáculo. Aquella persona que cuando todos se han ido permanece firme a tu lado, los dos contra el mundo entero; quien reconoce sus errores y no te hace sentir culpable por ellos, que te ama cuando estás enojado, triste, feliz, que sabe que tal vez eres una persona imperfecta, pero te hace sentir imperfectamente perfecta.
Esa persona con la que puedes viajar a lugares que no se han descubierto, desde la playa más exótica hasta el rincón que desconocía de mi cuerpo. Quien está presente en tus momentos y no solo hablábamos de presencia física sino de presencia espiritual.
Alguien que no corta tus alas, que se enamora de tus demonios como tú de los suyos y ambos besen sus locuras.
Estás justo enfrente de esa persona con la que puedes ser tu misma, que al verte llorar no te lastima más sino que te da la paz y el consuelo más gratificante e indescriptible del mundo, con esas palabras que calman el alma y esos besos y abrazos que te hacen sentir que ya todo estará bien.
Esa persona a quien puedes decirle Feliz Navidad y abrazar en Año Nuevo; quien te persiga con la mirada, devore con su pasión. Que, al terminar de amarnos, conversemos de lo que sea, riamos o simplemente descansemos, sabiendo que somos solo de los dos y no existe quien pueda romper o interferir con y en esto. Con quien has formado una familia tan increíblemente hermosa y solo esperas poder envejecer juntos para acariciar y besar cada arruga de su piel perfecta. Un compañero de vida sin fecha de vencimiento, irremplazable e indestructible.
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